Femenino - Sara

Nombre: Sara

Edad: 16

Sexo: Femenino

Lugar de procedencia: España

Carácter: Sara es una adolescente a la que le gusta pasar desapercibida, o en todo caso, a la que no le importa la popularidad. Es bastante fácil entablar una conversación con ella, a pesar de su edad, si bien hay cosas que todavía no entiende, o para las que no ha alcanzado un gran punto de madurez. En éste último caso, defenderá a capa y espada su opinión ante cualquier hecho que le planteen, ya que, aunque no lo parezca, se trata de una persona muy orgullosa y confiada. Poco común en una chica, se considera a sí misma como una "Geek" de los videojuegos, y quiere inculcar esta pasión a sus amigas. Entre sus temas de conversación habituales, destacan los chicos, y las películas de acción. Es, en definitiva, una chica de instituto de lo más normal.

Descripción Física: Era la más alta de su clase hace un par de años, pero a los trece se estancó, y no ha crecido un sólo centímetro, por lo que ahora es la más bajita entre su grupo de amigas. Es delgada, tiene el pelo de color castaño, y corto por los hombros. Sus ojos son verdes, casi vidriosos. Le gusta la ropa deportiva, ya que prefiere que sus prendas sean cómodas, antes que super-elegantes. Siempre la veréis con una mochila rosa, donde seguramente guarde juegos o consolas. Luce un colgante rojo y dorado, que fue regaladopor sus padres en su cumpleaños, hace tres años, y una práctica pinza en el pelo.

Imagen:



Antes de la isla: Sara salía de su instituto, con sus amigas Marta y Alicia. Era viernes, y el calor del mediodía pasa factura a todo el mundo. Después de haberse despedido de sus dos mejores amigas, se dirigió lo más deprisa que pudo a su casa. En su portón, entró al ascensor, y feliz terminar la jornada de estudios esa semana, se quitó la chaqueta, dejó su mochila en el suelo, y pisó el número tres en el panel. Cerró los ojos, respirando hondamente de alivio. Sin embargo, al volver a abrirlos, vislumbró una extraña sombra reflejada en las puertas del ascensor, que no duró ni centésimas de segundo. Acto seguido, la luz del ascensor se apagó, y el ascensor se detuvo. Sara, histérica, activó la sirena, golpeó la puerta, pero nadie le contestaba. Toda era muy extraño de repente... Comenzó a asustarse, y a sentir un leve mareo... Se desplomaba...